Rafa Saucedo paticando amenamente con un niño en la pasada visita a los colegios
¿Qué tan importante es dar testimonio de nuestro discipulado?
Esta pregunta resuena con fuerza en una realidad como la nuestra en la que la mayoría de las personas tienen más fe en las acciones que en las simples palabras.
Indudablemente para todo cristiano es importante decir con su vida y acciones que existe una REALIDAD muy fuerte impulsa su vida hacia horizontes de compromiso con su prójimo.
Esa REALIDAD se concretiza en una PERSONA: Jesús
La vocación sacerdotal como cualquier otra es suscitada por Dios en la vida de los hombres, gracias al testimonio de alegría y plenitud de muchos sacerdotes que con los hechos de su vida dan.
¿Si aquellos que hemos sido llamados a esta vocación y hemos respondido afirmativamente a sus exigencias, no damos testimonio de la felicidad que experimentamos en ella, quién lo hará?
Es responsabilidad de nosotros los seminaristas junto con los sacerdotes ofrecerles a los demás un testimonio eficaz que atraiga y cuestione la vida de muchos otros varones y les ayude a plantearse la posibilidad de responder al llamado que Dios probablemente hace en su vida.
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