Es un tiempo que Dios nos regala para poder renovar nuestra respuesta a su dulce llamado a consagrar nuestra vida en el ministerio sacerdotal.
Y como lo comentó el P. Juan Armando Pérez Talamantes, prefecto disciplinar de Filosofía en su homilía de las vísperas solemnes de ayer domingo estos ejercicios los viviremos cada grupo académico de manera distinta.
Para algunos hermanos seminaristas serán sus últimos ejercicios espirituales de la formación inicial en el seminario, para otros momento de reflexionar su pase al Curso Introductorio o al Teologado, para otros una primera preparación en su camino a la consagración definitiva en el diaconado y para otros más el momento de decidir si siguen o no en este camino formativo.
De cualquier manera Dios sigue presente en nuestra vida y con toda seguridad se nos manifestará en estos días privilegiados.
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