martes, 3 de marzo de 2009

ALGUNOS HERMANOS SEMINARISTAS SOLICITAN ORDENES Y MINISTERIOS



Hoy se cerró el periodo de solicitud de órdenes sagradas y ministerios laicales en nuestro Seminario, que inició el pasado 9 de febrero. Y se ha publicado para conocimiento de toda la comunidad formativa de nuestro Seminario, la lista de los alumnos que han solicitado las órdenes sagradas del diaconado y presbiterado, así como la candidatura y los ministerios laicales.

El tiempo se llegó y algunos alumnos teólogos miembros de nuestra comunidad han presentado al Sr. Arzobispo, el Emmo. Sr. Cardenal Dn. Francisco Robles Ortega su solicitud formal.


Aldo Alberto Alemán González ha solicitado los ministerios laicales del lectorado y acolitado.


El orden sagrado del diaconado ha sido solicitado por los seminaristas:


Agustín Martínez Márquez

Eliezer Israel Sandoval Espinosa

Raúl Maldonado Márquez

José Luis Fernández Guajardo

Jesús Treviño Guajardo

Rodolfo Antonio García Martínez

Jesús Gamaliel Rocha Pérez

Héctor Leal Cárdenas

Jaime Francisco Correa Martínez

Efraín Macías Jiménez

David Sandoval Espinoza

Gerardo Javier Marmolejo Sánchez

Marcos Eugenio Alanís Salinas

Israel Pardo Vargas

Rubén Limón Jiménez


El orden sagrado del presbiterado ha sido solicitado por los diáconos:


Alberto Alfonso Lara Briones

Jesús Gerardo Delgado Martínez

Martín Eduardo Martínez Quiroga

Jesús Martínez Dávila

Demetrio González Espinoza

Juventino Leal Sosa

Con la publicación de esta lista, el equipo formador se prepara para llevar a cabo el segundo periodo de escrutinios de este año escolar 2008-2009, para discernir sobre la idoneidad de los que han solicitado órdenes y ministerios, ya que según el Código de Derecho Canónico, que es la Ley que rige la Iglesia, en su canon 1029, menciona:


“Sólo deben ser ordenados aquellos que, según el juicio prudente del Obispo propio o del superior mayor competente, sopesadas todas las circunstancias, tienen una fe íntegra, están movidos por recta intención, poseen la ciencia debida, gozan de buena fama y costumbres intachable, virtudes probadas y otras cualidades físicas y psíquicas congruentes con el orden que van a recibir”.


Es un periodo también de acompañar a los hermanos seminaristas solicitantes y a los padres del equipo formador con una intensa oración de intercesión para que la voluntad de Dios se manifieste y provea así a su Iglesia de ministros sagrados que hagan presente a Cristo Buen Pastor en medio de su Pueblo Santo.

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